La felicidad se considera algo escaso, algo que viene y va, una sensación de alegría que solo sucede en momentos aparentemente importantes de la vida y que debes atesorar porque no sabes cuándo va a volver.A veces te sorprende y a veces dudas cuándo aparecerá.
¿La felicidad se busca? ¿Qué es realmente la felicidad? ¿Ya soy feliz y no me doy cuenta? ¿Soy desagradecido por no sentirme feliz?
Estas y algunas preguntas más seguramente vienen a tu mente cuando sientes que algo falta, cuando sientes que necesitas algo más para sentirte “bien”, para sentirte feliz.
Nos educan para pensar en la recompensa, en que debes sacrificar el hoy para ser feliz mañana. Que la felicidad llegará cuando te te salgas de viaje, cuando te asciendan el trabajo, cuando te gradúes, cuando te cases, cuando compres tu casa, cuando te jubiles.Y mientas tanto ¿qué? ¿Vives en la angustia de pensar de algún día alcanzarás la felicidad? Lo sé, este pensamiento crea incertidumbre, estoy segura que a tí como a mí, nadie te enseño a ser feliz.Quiero darte una gran noticia: la felicidad se puede construir.
Hoy incluso ser feliz se considera una habilidad, porque la felicidad se construye todos los días, se trabaja, se crea, se construye.La felicidad esta en tí, en cómo aprendas a configurar tus pensamientos, tus emociones, tus acciones y generes hábitos.Suena lindo, ¿verdad? Pero que haces con esa vocecita dentro de ti que no te deja disfrutar, que te cuestiona todo el tiempo, que piensa que debes sacrificarte, que si te sientes feliz hoy tarde o temprano esto acabará.
Así como aprendes a hablar en público, así como aprender matemáticas, todo es práctica.Te invito a que inicies con 2 pasos, los agendes y los realices al menos 3 veces a la semana.Nadie lo va a hacer por ti, así que si estas leyendo esto apuntalo y agenda en tu teléfono.
En 3 semanas me encantará saber cómo te sientes, te aseguro que podrás observar cambios.
Recuerda que la felicidad no es una meta, es un estilo de vida.
Tu coach en imagen y felicidad Rocío Vargas