QUEREMOS MAMÁS FELICES
Ser mamá es un concepto muy amplio y desde mi experiencia es de las vivencias más emotivas y angustiosas, pero al mismo con una gran sensación de plenitud y felicidad. Ser mamá es aprender de uno mismo para poder enseñarle a alguien más el mundo, digamos traducirle la vida a alguien nuevo en el planeta, somos quien organiza los recuerdos y vivencias a los hijos y los capacitamos emocionalmente para enfrentar el mundo.
Quiero compartirte que lo más difícil para mí de ser mamá es aprender a manejar mis propias emociones y tener la capacidad de contener las emociones de mis hijos. Uff. Cuando lo pienso hasta me canso. Hace una semana fui a la segunda competencia de natación de mi hija y terminé literalmente agotada, pase de la ilusión al nervio, de la alegría a la lágrima, del enojo a la paciencia, de la incertidumbre al orgullo, de la angustia al aprendizaje y tuve que hacerla de coach, de terapeuta, de porrista, de asistente y mamá al mismo tiempo. Wow! Lo único que pasó por mi cabeza es que una mamá debe cuidar su salud mental, física y emocional muy bien, porque esta en nuestras manos la salud mental, física y emocional de alguien o varios más y no podría aportar algo valioso si viviera deprimida, en angustia continua, si no me valorara o no creyera en mí.
Enseñarle de emociones a los hijos y cómo manejarlas es algo complejo y al mismo tiempo sanador. Las emociones marcan cómo miramos el mundo y como actuamos en consecuencia. Así que definitivamente debo ocuparme de mí, trabajar en sentirme plena, contenta, satisfecha y crear mi propia felicidad. De esa manera creo que puedo ser una mamá positiva, resistente y que aporta y nutre a mis hijos.Eso también implica que ellos puedan ver en mi que se vale llorar, cansarse, tener miedo, desilusionarse y pasar por momentos en los que incluso dudamos de nosotros mismos, es parte de “ser”, pero aprender a superar esas emociones obscuras es parte de valorar, encontrar y reconocer tu propia felicidad.
Es duro pensar que los hijos son seres humanos independientes y que tarde o temprano tomarán sus propias decisiones y creará su propio camino, pero enseñarles desde el ejemplo, sobre emociones y creación de su felicidad me parece que no tiene precio.Podría ser la diferencia entre ver una vida difícil o una vida llena de posibilidades.Reconoce a tu mamá ya sea biológica, elegida y por consecuencia y así mismo reconoce en tí esa gran labor que estas haciendo si has elegido ser mamá.
Queremos mamás felices…
Tu coach en imagen y felicidad
Rocío Vargas
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